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Introducción



Introducción

Realicé esta investigación porque me intereso por los diversos temas relacionados con la ciudad en este caso, por las formas de comunicación de los que yo llamo espacios de fuga (Los Parques) que no son un lugar de esparcimiento sano, ahora muchos están ocupados por gigantescos grupos de jóvenes apropiándose de ellos en un país en el que se habla de la penalización de la droga todos los días éstos sitios siguen creciendo indiscriminadamente imponiendo territorialidades y llegando a ser un lugar casi invisible pero tan evidente. La importancia de la ciudad como formador social porque la ciudad no solo es topografía ,pero no vemos más allá de los límites impuestos por imaginarios.

Sin embargo pienso que éstos espacios de fuga son necesarios y si no fueran esos serían otros.
Se puede definir sociedad: como las personas que se relacionan entre si de acuerdo a unas determinadas reglas de organización jurídica y consuetudinarias que comparten una misma cultura o civilización en un espacio o un tiempo determinados. Esta es la definición que se encuentra en un diccionario, pero según mi punto de vista es el conjunto de personas con diferentes creencias gustos y estilos de vida que están en constante relación creando sus propias reglas en contra de las impuestas, habitando una ciudad.

Al hablar de sociedad se habla de ciudad y dentro de esto de lo urbano que no es algo físico, tiene que ver con el uso e interiorización de los espacios y sus respectivas vivencias, por parte de unos ciudadanos dentro de su intercomunicación social. Esto no quiere decir algo distinto a reconocer que la ciudad también es un escenario del lenguaje, de evocaciones y sueños, de imágenes, de variadas escrituras. Pues la ciudad es definida la imagen de un mundo, pero esta idea se complementaria diciendo que la ciudad es del mismo modo lo contrario: el mundo de una imagen, que lenta y colectivamente se va construyendo y volviendo a construir incesantemente.
(Armando Silva) –Imaginarios Urbanos

Dentro de toda esta mezcla de percepciones es necesario tener un lugar de escape dentro de las sociedades, en donde esas personas con estilos de vida diferentes interactúen si opacar los espacios de los otros.


Una ciudad es un lugar, aquel sitio privilegiado por un uso, pero también es lugar excluido, aquel sitio despojado de normalidad social por un sector social. Una ciudad es día, lo que hacemos y recorremos, y es noche, lo que recorremos pero dentro de ciertos cuidados o ciertas emociones .Una ciudad es límite, hasta donde llegamos, pero también es abertura, desde donde entramos. Una ciudad es imagen abstracta, la que nos hace evocar alguna de sus partes, pero también es iconografía, en un cartel surrealista o una vitrina que nos hace vivirla desde una imagen seductora. Una ciudad, es una suma de opciones de espacios, desde lo físico, lo abstracto y figurativo, hasta lo imaginario. Entonces las actuaciones urbanas son nuestra teatralidad diaria, hacen
que se vincule al individuo con la ciudad, con su ciudad de manera permanente y performativa .de este modo la ciudad está abierta a ser recorrida, y tales confrontaciones con la urbe van generando las múltiples lecturas de sus ciudadanos.
Cuando se habla de límites hay que manifestar un aspecto tanto indicativo como cultural.
El uso social de un espacio marca los bordes dentro de los cuales los usuarios “familiarizados” se auto reconocen.
(Armando Silva) –Imaginarios Urbanos

Específicamente hablando de lo urbano en la ciudad de Medellín entraré a analizar un punto de tolerancia específico como es el Parque del Periodista sin olvidar que éste no es solo un sitio de escape de esta ciudad si no de muchas y que tampoco es el único que se puede observar.

El Enfoque


(Dibujos por:Juan Jose Rivillas A.)

Mi investigación está realizada principalmente partiendo del eje de lo urbano y las diversas formas de comunicación dentro de éste.
La comunicación en éstos sitios puede llegar a ser muy abstracta sino se analiza desde el punto de vista social, en éstos sitios se olvidan las tribus a las que se pertenece, volviéndose en espacios donde todos son iguales y no existe diferencia de ningún tipo, son sitios donde se pueden leer las realidades de las sociedades sin tapujos pero con una escabrosa autenticidad de esa realidad. Es vital reconocer y aprender de los símbolos de la ciudad puesto que la desintegración de los espacios urbanos y gran parte de sus conflictos son una consecuencia del desconocimiento que los ciudadanos tienen del territorio urbano. Los niveles de incomunicación que crean enemigos los cuales son los imaginarios urbanos.
La incapacidad de los habitantes para apropiarse del espacio público hace perder la dimensión de lo que verdaderamente significa un territorio social, usualmente se reconoce de manera recortada la ciudad como si fuera un solo barrio, o las calles de su camino , o el parque, no cabe en la cabeza la propia ciudad completa.

Toda ciudad necesita sus puntos de fuga aunque éstos repercutan de forma negativa en la sociedad, el espacio urbano tiene un gran impacto en la formación del ciudadano, transforma los valores, le crea actitudes especiales y le dicta conductas y normas de comportamiento, esto puede ser benéfico o negativo, según la relación que se logre establecer con ese espacio.

Los datos en el estudio fueron recogidos mediante observaciones participantes técnica clave para el acercamiento con los jóvenes consumidores. Para ello se hizo necesario adentrarse en sus escenarios naturales de encuentro en éste caso en general en los parques y específicamente en el parque del Periodista dónde enfoque mi investigación, en mi observación la Historia de Vida fue otro método de recolección utilizado y gracias a que tuve la oportunidad de hablar con varios personajes que se dedican al expendio de drogas, los cuales comentan que es un negocio muy lucrativo ya que el consumo más que un vicio se ha convertido en moda y en éstos espacios se pueden vender mas de 100 baretos diarios en los fines de semana y 50 en la semana; ellos rara vez descansan o simplemente lo hacen cuando trabajan, teniendo en cuenta que un bareto cuesta alrededor de $1.000 pesos en un sitio barato, en estos parques se pueden encontrar en $2.000 lo que hace mucho más lucrativo el negocio, más aún cuando esto no es lo único que se distribuye , pero sí es lo más económico. Un gran porcentaje de los jíbaros crecieron con esto y continúan con el negocio familiar, otros mas arriesgados ven en ésto la manera de ganar dinero fácil, sin importar las consecuencias entrando en territorios que ya están establecidos ocasionando un poco de pérdidas al tener que dar dineros por la mitad de las ventas o simplemente poner en riesgo su vida. Hablando en cifras estos personajes ganan entre un $1.600.000 en un fin de semana solo en venta de marihuana y en semana puede llegar a ser la mitad; no es la única droga que se consume en cantidad pero si es la que afecta directamente los espacios de la ciudad ya que éste pareciera ser el olor representativo de ésta.

Los pensamientos de las personas en torno a estos espacios son muy diversos, los padres lo ven como sitios de perdición y de alcahuetería ya que los espacios públicos están siendo ejemplo de futuras generaciones, aunque también hay padres que opinan de manera diferente sobre éstos sitios, piensan que el alcohol y el cigarrillo son más nocivos que muchas otras drogas sin embargo, piensan que no debe ser consumida en cualquier lugar.
La mayoría de los jóvenes lo interpretan como sitios donde están en constante desarrollo de sus actividades y rodeados del arte callejera, en éstos sitios se puede encontrar de todo y entre ésas personas muy interesantes que siempre tienen algo bueno que comentar de éstos sitios.
Lugares donde se camuflan dentro de tanta gente siendo solo una masa.
La forma de comunicación de éstos sitios es por medio de canciones, instrumentos musicales, señas, Los bares a su lado, mejor dicho el sonido ambiente es mucho, la música se mezcla con las voces convirtiéndolo en un lugar bohemio, el reggae, la salsa y el rock son los ritmos que se fusionan en éstos sitios, como el léxico, ésas palabras que para muchos no significan nada pero que tienen significación en el entorno, a continuación enumerare algunas:


Parlache Parque del Periodista:

El Cacique: El que manda
La parca: El camión de la policía
El armado: El cigarrillo de marihuana
El pitillo: El perico
Los sapos: Los policías
Pónete las gafas: Pone cuidado
En la juega: hay peligro, cuidado
Un renacuajo: Persona diferente a la plaza que está vendiendo vicio

OPINIONES

En mi investigación son muy importantes las opiniones de las personas con respecto al consumo de droga – y los parques:

Penalicen la droga porque si no se incrementa el dinero para los narcos!!! Más ventas, más billete que penalicen la dosis personal.
Santiago Uribe “Estudiante”

No a la legalización de la marihuana. El tetrahidrocanabinol, la sustancia activa de la marihuana, es un compuesto químico peligroso. Es un hecho que desde ya, uno no puede llevar sus hijos a los parques por que en éstos los marihuaneros, fuman a la vista de todos y sin el menor recato. Los viciosos, pasan del cigarrillo a la marihuana y de allí a la cocaína con pasmosa facilidad. La mayoría de delincuentes de todos los pelambres, utilizan esta droga, para sentirse más valientes para ejecutar sus horribles actos.
No es necesario ni estadísticas ni nada de eso!!! Solo vaya a un bar, a la Universidad Nacional, a los parques y listo...

María Lucía Fernández “Ama de casa”


La solución es que legalicen la droga hay si se acabaría el negocio del narcotráfico porque ya no sería rentable, pero eso sí, que hayan sitios exclusivos para estas personas que no estén divagando en las calles con un bareto.

Andrés Arango “estudiante”

Pienso que no solo en la Universidad Nacional se puede ver, es en todo Medellín que el consumo está creciendo y no se pueden estigmatizar los sitios ni las personas.
Camilo Hurtado “Estudiante”

Dibujos



Columna enmarihuanada

Por: Héctor Abad Faciolince
ACABO DE FUMARME UN PUCHITO de marihuana. Los miles y miles de libros de mi biblioteca, de todos los colores, están bailando conmigo.
Es como si los hubiera leído a todos y me saludan de lejos, moviendo las páginas como viejos amigos. No sé por qué, miro a mi novia y se me parece a Nefertiti; casi nunca la había visto tan bonita. Yo sé que los libros no bailan y que mi novia no es Nefertiti; pero verlos bailar y verla como Nefertiti es una experiencia bonita. Irreal, pero bonita.
Daniel Pacheco, columnista de este periódico que valientemente se declara consumidor de drogas, nos está invitando, antes de que prohíban la dosis personal, a que hagamos una manifestación portando “una dosis de personalidad”. Yo espero poder asistir y pienso llevar una soga. Es la soga con la que podría ahorcarme, pero con la que espero no tenerme que matar. Quiero tenerla a mano, por si me da la gana, nada más. Porque ni Uribe ni Uribito, ni Palacio ni Palacito, me lo pueden impedir.
Prohibir el porte y el consumo personal de marihuana o de cocaína, para que no haya drogados, será tan eficaz como prohibir las cuerdas y el matarratas para que no haya suicidas. Si uno se quiere matar y no encuentra cuerdas, se busca un precipicio o se cuelga de un bejuco. Lo que defendemos quienes defendemos la dosis personal es la libertad. La libertad, incluso, para jodernos la vida, si la vida nos jode y nos la queremos joder.
Hacía años que no me fumaba un porrito de marihuana. Me la consiguió un amigo; empacada al vacío, punto rojo de la Sierra Nevada de Santa Marta. De lo mejor del mundo. En Ámsterdam la venden carísima. Tengo sed; tengo los ojos rojos. Acabo de poner las Variaciones Goldberg, de Bach, tocadas por Glenn Gould. Siempre me ha parecido, estando sobrio, que es una música celestial. Ahora, con el efecto del punto rojo, me parece que he llegado a un paraíso musical superior.
Cojo un viejo libro que me estaba saludando mucho. Es de un autor inglés consumidor de opio. Dice algo muy interesante. Dice que cuando uno consume opio comprende que “lo único real es el dolor”. No voy a probar nunca el opio; no debo. He estudiado y sé que produce una adicción irrefrenable. Si no la produjera, probaría también opio, pero la educación me dice que no lo debo hacer.
No fumo tabaco, por el cáncer. Si Uribe y Uribito prohibieran por completo el cigarrillo, me pararía frente al Palacio (y frente al Palacito) a fumarme un Pielroja, dos Pielrojas, cien Pielrojas. Dice Nefertiti que ella no confía en aquellos que no se toman ni un trago. Algún demonio muy hondo tendrán que ocultar. Si Uribe y Uribito prohibieran el alcohol (con lo que les gusta), me conseguiría una botella de ron de contrabando y me haría encanar.
Cuando prohíban la dosis personal, por la pica, me voy a parar a fumar marihuana en la puerta de la Catedral. Para que me lleven, obligado, donde un policía y donde un psiquiatra. Le mostraré al psiquiatra todos los libros que he leído, todos los libros que he escrito, toda la música que he oído y todos los cuadros que he visto con la percepción exacerbada por la droga. Y si quieren, que me encanen. Si me encanan, llevaré una cuerda. Si me quitan la cuerda, llevaré los cordones de los zapatos. Si me quitan los zapatos, dejaré de respirar. Para qué respirar donde no hay libertad.
Creo que ya se me pasó el efecto. No creo que me haya hecho ningún daño. El que se sienta dañado por mí, que arroje la primera piedra. Adiós, me voy p’al cuarto a dormir con Nefertiti. Bien comprendo la envidia que les da.

VEREDAS FANTASMAS








Era domingo y el día aún no comenzaba aclarar mi grupo de trabajo y yo debíamos estar en un pueblo llamado San Luis en el oriente de Antioquia a las 9:00 de la mañana, de ese pueblo yo no conocía nada y mucho menos cómo llegar ,lo lógico era irnos por la carretera a Guatape pero por cosas del destino nuestro camino se torció en algún lugar; nos perdimos por una carretera que nadie conocía porque la otra vía de acceso estaba deteriorada por el invierno y cerrada (información de los campesinos) decidimos aventurarnos para poder llegar a tiempo. En el sitio había mucha presencia militar(HASTA TANQUES DE GUERRA) lo que nos generaba confianza pero también nos cuestionaba, empezamos adentrarnos en una carretera destapada que según informes nos debería llevar al pueblo, pero por largas horas lo único que observamos fueron escabrosos kilómetros solitarios de una mal llamada carretera a la altura del Municipio de San Luís, lentamente mirábamos las cenizas y las secuelas de la cruda violencia que azoto el departamento despiadadamente a principios de 2.000 cuando los grupos armados obligaron un desplazamiento masivo y el 98% de campesinos del área tuvieron que huir en busca de refugio y protección para sus familias llegando a la ciudad a engrosar las listas de desplazados habitando las calles , por las cuales transitamos sin ver esas realidades que los medios siempre nos han informado pero cómo nó son nuestras, pasan desapercibidas distinto, es adentrarse en estos terrenos y observar mas allá de las cifras, la corrupción y falta de oportunidades que viven muchas personas. En el oriente con paisajes hermosos y una gran economía debido a la producción de electricidad, ya no se escuchan ni las bombas tumbando torres, ni los niños jugando, los campesinos ya no se ven labrando la tierra, los animales parece que ya no existieran , y el colorido que talvez algún día tuvieron esas casas hoy se llenan de graffitis atemorizantes o simples codigos que a simple vista no significan nada pero que son las marcas de la desigualdad en el ejercicio de un poder lo que yo denominé veredas fantasmas.

Laura Pareja Ramírez

FOTOS DEL PARQUE DEL PERIODISTA



Cuando se habla de límites hay que manifestar un aspecto tanto indicativo como cultural.
El uso social de un espacio marca los bordes dentro de los cuales los usuarios “familiarizados” se auto reconocen.

(Armando Silva) –Imaginarios Urbanos

Sus más asiduos visitantes son los jóvenes de la ciudad, especialmente integrantes de las denominadas “tribus urbanas” y de los centros universitarios y culturales, aunque parecería que este es el único público que visita este tipo de espacios en la ciudad, haciendo una observación exhaustiva ahí se puede encontrar cualquier persona y no solo asisten a consumir licor o drogas lo hacen para conocer esa parte de ciudad excluida por muchos y donde se pueden encontrar manifestaciones de arte interesantes para otros .
No solo me refiero al parque del Periodista hay muchos sitios en la ciudad tomados por diferentes tipos de personas los cuales toman estos sitios como propios Ej.: Carlos E Restrepo, la calle mágica al frente de la Universidad de Antioquia, la iguaná, él sector de atrás de bellas Artes y como éstos se podrían enumerar muchos en la ciudad, también valiendo los diferentes parques creados para la diversión de los niños que ya se convirtieron en sitios para jóvenes .
Mi investigación esta realizada principalmente partiendo del eje de lo urbano y las diversas formas de comunicación dentro de éste.
La comunicación en estos sitios puede llegar a ser muy abstracta sino se analiza desde el punto de vista social, en estos sitios se olvidan las tribus a las que se pertenece volviéndose en espacios donde todos son iguales y no existe diferencia de ningún tipo, son sitios donde se pueden leer las realidades de las sociedades sin tapujos pero con una escabrosa autenticidad de esa realidad. Es vital reconocer y aprender de los símbolos de la ciudad puesto que la desintegración de los espacios urbanos y gran parte de sus conflictos son una consecuencia del desconocimiento que los ciudadanos tienen del territorio urbano. Los niveles de incomunicación que crean enemigos los cuales son los imaginarios urbanos.
La incapacidad de los habitantes para apropiarse del espacio publico hace perder la dimensión de lo que verdaderamente significa un territorio social, usualmente se reconoce de manera recortada la ciudad como si fuera un solo barrio, o las calles de su camino , o el parque, no cabe en la cabeza la propia ciudad completa.

Toda ciudad necesita sus puntos de fuga aunque estos repercutan de forma negativa en la sociedad, el espacio urbano tiene un gran impacto en la formación del ciudadano, transforma los valores, le crea actitudes especiales y le dicta conductas y normas de comportamiento, esto puede ser benéfico o negativo, según la relación que se logre establecer con ese espacio.